Las redes sociales a veces parecen una papelera donde las personas van botando y soltando todo lo que piensan sin filtros y sin pensarlo, porque creen que al no estar frente a la persona, sus palabras no tendrán ninguna consecuencia.
Y es de humanos que en nuestra balanza nos pesen más los comentarios negativos que los positivos. Nos encontramos con esas críticas “constructivas” que parecen más bien ser una crítica destructiva disfrazada, y esa es la que suele venir acompañada de la envidia, del “quién eres tú para hablar a una cámara”, “quién eres tú para hacer videos de baile en Instagram o TikTok”, “quién eres tú para hablar de ese tema”.
Pero como ese tipo de opiniones tóxicas y destructivas no las puedes controlar, lo mejor es ignorar lo malo, filtrar esos comentarios y enfocarte en lo bueno. Y entiendo, en la mayoría de los casos, los comentarios negativos vienen de familiares cercanos o de nuestros mejores amigos.
Te diré tres cosas que aprendí con mi experiencia en redes sociales:
- No te dejes sabotear. Lo principal que puedo aconsejarte es que no te distraigas con las opiniones negativas o críticas. Porque si tienes el impulso y tienes la motivación para hacer cosas nuevas, para mostrar tus procesos de vida, tus triunfos y tus momentos especiales; tienes todo el derecho de compartirlo en tus redes sociales.
2. Identifica las voces que escuchas. Cuando recibes comentarios alentadores y consejos genuinos, usualmente son de personas que quieren verte mejorar, que han estado en tus zapatos y que realmente se preocupan por ti. Por eso, recibe el feedback que busque inspirarte, llenarte de sabiduría, de buena energía. Considera las opiniones de quienes te quieren ver surgir y triunfar.
3. No creas NADA de lo que escuches o leas. Aunque recibas el feedback de las personas que quieren tu bienestar, cuando se trata de recibir comentarios, lo mejor que puedes hacer es no creerte ninguno de los dos: ni los positivos, ni los negativos. Por un lado, cuando nos creemos mucho todo lo bueno que nos dicen, se nos puede disparar el ego y perdemos la perspectiva. Y por el otro, cuando escuchamos mucho lo negativo, perdemos el ánimo y la motivación. Así que mejor concéntrate en ti y escúchate a ti.
¿Te ha pasado esto alguna vez? ¿Has tenido miedo de hacer algo completamente nuevo por pensar en lo que dirán tus amigos, tu familia y los que te siguen en redes sociales? Pues, la buena noticia es que el miedo es un motivador. El miedo es lo que nos mueve, así que úsalo a tu favor.